Vive acorde a tu edad. No intentes crecer más rápido, ni más despacio tampoco pues no estamos programados para eso. A cada día de tu vida le corresponde una pizca más de madurez, de responsabilidad ese tipo de palabras que nos asustan. Pero también de independencia, algo que muchos ansiamos. No vivas a contra reloj, deseando que pasen los minutos para que lleguen esos momento que deseas porque cuando te des cuenta verás que han pasado días, semanas, meses, incluso años y nos has aprovechado el tiempo tanto como querías. Y pronto serás consciente de todo lo que te has perdido, todo lo que has dejado atrás y que ahora no podrás recuperar. Cuando te des cuenta estarás buscando trabajo, casa, un marido, el colegio de tus hijos y añorarás esos años de adolescente en los que cuanto menos, tenías un ratito para ti.
Todavía soy una cría, y creo que es bueno acordarse de eso de vez en cuando.
Hoy me ha salido la vena de niña pequeña, puede que sea como Petter Pan, no quiero crecer. Estoy con miles de exámenes, agobiada y creo que con eso no voy a arreglar nada pero es mi forma de ser, no puedo evitarlo. Tengo unas ganas tremendas de que sea navidad y olvidarme ya de todo pero cuanto más lo ansío más tarda. ¿No os pasa?