A drop in the ocean

Ahí estábamos los dos, meciéndonos al ritmo del barco que tanto nos había ofrecido. Era nuestra última noche juntos y en lo único que pensaba era en no soltarle jamás; no sería posible. A la mañana siguiente nos diríamos adiós, el barco zarparía y se llevaría con él nuestros recuerdos más íntimos. Mientras yo estaba apoyada en su pecho, él se incorporó y me miró -"¿Me echarás de menos?" dijo -"Si, ¿y tú a mi?" le pregunté con un hilo de voz cada vez más bajo -"Muchísimo" Y fue entonces cuando me miró a los ojos, una mirada profunda que luego se perdió en un largo beso. Y poco a poco comencé a notar el calor de su cuerpo sobre el mío, su sudor. Fue ahí, en tierra de nadie, donde nos entregamos el uno al otro para hacernos uno.

Podría llamar a esto un relato autobiografico, uno de los mejores momentos de mi vida pero que como intuiréis ahora solo me trae lágrimas. Y es que la vida es así, en un instante estás en la cima y tras un segundo en la más profunda penumbra. Un besito a todos los que me leéis, espero que os vaya mejor que a mí.